En 1960, Ikeda sucedió a Toda como tercer presidente. Además de consolidar el movimiento en el Japón, trabajó para expandirlo más allá de sus fronteras, proceso que se cimentaría en 1975 con la fundación de la Soka Gakkai Internacional. Simultáneamente, hizo realidad diversos proyectos visionarios de Makiguchi y Toda, como el establecimiento del sistema de escuelas Soka y la Universidad Soka.

Asimismo, amplió y desarrolló un movimiento de activismo ciudadano por la paz, la cultura y la educación. Defensor a ultranza del diálogo como base de la paz, comenzó a celebrar intercambios con líderes y figuras culturales del mundo, muchos de los cuales se publicaron en forma de libro. Además, fundó instituciones dedicadas a las investigaciones sobre la paz, la promoción del diálogo y el intercambio cultural.

En el legado humanístico de Ikeda, un aporte central es su prolífica obra escrita, orientada a empoderar a las personas de esta época para que comprendan y apliquen en su vida las enseñanzas del Sutra del loto y de Nichiren. En ella se destacan los doce volúmenes de La revolución humana y los treinta volúmenes de La nueva revolución humana, que narran el desarrollo histórico de la Soka Gakkai a través de las historias de lucha de sus miembros.

Los 3 maestros

 

La vida de los fundadores

Tsunesaburo Makiguchi (1871-1944)
Josei Toda (1900-1958)
Daisaku Ikeda (1928- Presente)