El tercer presidente de la Soka Gakkai, Daisaku Ikeda (1928-2023), fue filósofo, educador, activista por la paz, escritor y poeta. Fue, asimismo, el presidente fundador de la Soka Gakkai Internacional (SGI).
Ikeda nació en Tokio, Japón, el 2 de enero de 1928. Fue el quinto de ocho hermanos, nacido en una familia dedicada al cultivo de algas. La devastación y el horror sin sentido que experimentó en su adolescencia, bajo el signo de la Segunda Guerra Mundial, se tradujo en el apasionado compromiso de trabajar por la paz durante el resto de su vida.
En 1947, a los 19 años, conoció a Josei Toda (1900-1958), educador y líder de la Soka Gakkai. En Toda, Ikeda encontró a un hombre íntegro y abierto, de férreas convicciones, capaz de explicar los profundos conceptos budistas de manera lógica y comprensible. Inspirado en él, a quien adoptó como maestro de vida, decidió iniciar la práctica del budismo Nichiren.
En años sucesivos, Ikeda trabajaría como empleado en una de las empresas de Toda, y continuaría estudiando bajo la tutela directa de su mentor.
La expansión
En mayo de 1960, dos años después de la muerte de Toda, Ikeda lo sucedió a sus 32 años como tercer presidente de la Soka Gakkai. Su liderazgo significó para la organización una etapa de crecimiento innovador, en la cual esta amplió su compromiso a actividades culturales y educativas en todo el mundo. Ikeda, consagrado a hacer realidad los sueños de Toda, ha desarrollado iniciativas en las áreas de la paz, la cultura y la educación basadas en los ideales del budismo.
En 1975, se fundó la Soka Gakkai Internacional (SGI), cuyo marco institucional engloba a todas las organizaciones independientes de la Soka Gakkai en el extranjero, e Ikeda fue designado presidente.
El diálogo, cimiento de la paz
Ikeda, firme propulsor del diálogo como cimiento de la paz, ha mantenido intercambios con numerosos líderes, académicos y personalidades de todo el mundo en las áreas de la paz, la cultura y la educación. A tono con su ideario de fomentar el diálogo y la solidaridad para la paz, ha fundado una serie de institutos de investigación independientes y de bien público, que colaboran en distintos campos con enfoque multidisciplinario y transcultural. La Asociación de Conciertos Min-On y el Museo de Arte Fuji de Tokio promueven el entendimiento mutuo y la amistad entre las distintas culturas por medio de las artes.
La paz mediante la transformación interior
Un principio central en el pensamiento de Ikeda y del budismo es la dignidad suprema de la vida, valor en el cual identifica la clave de la paz duradera y de la felicidad humana. Para Ikeda, la paz global depende primariamente del cambio interior del individuo, guiado por su propia motivación interna, más que de las reformas estructurales o sociales por sí solas. La idea se expresa, sucintamente, en un pasaje de su novela La revolución humana, que narra la historia real y los ideales de la Soka Gakkai: “La gran revolución interior de un solo individuo puede generar un cambio en el destino de un país y, más aún, propiciar un cambio en el rumbo de toda la humanidad”.