El amor de una madre
es demasiado profundo.
Nosotros nos oponemos vehementemente
a las guerras,
a todo tipo de violencia que
hace sufrir a esas madres,
las entristece,
y les arrebata el futuro de los hijos.
Aunque hablemos de la paz del mundo y
de la felicidad de la humanidad,
todo empieza por atesorar a las madres y
por agradecerles desde lo profundo del corazón.

¡Madres sabias!
Envuelven con su amor compasivo
aún entre lágrimas,
sin importar cómo sea el hijo.
¡el estado de vida de las madres es como el Buda!
Estas supremamente nobles madres,
deberían ser reverenciadas, respetadas al máximo por todos,
y deberían ser recompensadas.

Las personas que se han puesto de pie
a partir de la más profunda tristeza,
son personas del más profundo amor compasivo.
que han aprendido la más profunda filosofía.
Las personas que han superado el sufrimiento más grande,
han abierto el más grande estado de vida y
son personas que expanden la felicidad más grande. 　
Estas acciones de las madres que
dialogan con sus amigos sobre estas experiencias de revolución humana
y generan entendimiento mutuo,
crean y abren el camino de la felicidad, la paz y la victoria.

Las oraciones de las madres son invencibles.
El amor compasivo de las madres es más profundo que el mar.
Las sonrisas de las madres son como el sol que
ilumina y despeja
todo tipo de oscuridad.

De aquí en adelante también,
mientras exista
«la sinceridad», «las agallas»,
«la inteligencia» y «la perseverancia»
de las madres Soka,
no hay duda de que florecerán y exudarán su fragancia más y más,
las flores de la victoria del kosen-rufu.

¡Vamos! ¡«Hoy también con energía»! (título en jap. del tema “siempre junto a sensei”)
Cada vez con más alegría, más entusiasmo y más joviales,
de la mano de las mujeres de buena fortuna y sabiduría de todo el mundo,
¡Irradiemos con más brillo aún la gran luz de «la cultura de la paz»
por la felicidad y el porvenir de la humanidad!

Hoy, 10 de junio, conmemorando el 70 aniversario de la fundación del Departamento Femenino de la Soka Gakkai, les compartimos este poema que Ikeda Sensei dedicó a las madres Soka:
"Quisiera entregarles un ramo de flores en agradecimiento a todas las madres, quienes protegen y cultivan las vidas".